Seres acuáticos, OANNES, ANNEDOTI, APKALLU
Beroso, Astrónomo, historiador, escritor, sacerdote y astrólogo de Babilonia, muy activo a inicios del siglo III a. C., en la época de control del Imperio seléucida. Se cree que vivió entre los años 350 a. C. y 270 a. C.
Según el relato de Beroso, Oannes, enviado por Ea/Enki, surgía de las aguas del Golfo Pérsico cada mañana para instruir a la Humanidad enseñando a los hombres la escritura, las artes y las ciencias, mucho antes del Gran Diluvio.
Cuando el Sol se ponía, la bestia volvía al mar para pasar las noches en las profundidades, dado que era un ser anfibio. Alejandro Polyhístor (100 AC – 40 AC), fue un erudito griego que reprodujo los escritos de Berossus (Beroso).
Hace algunos años, tuve noticias de una leyenda que cumple más alguno
de nuestros criterios del mito del contacto genuino. Es de interés
especial porque relata el origen de la civilización sumeria. Sumeria fue
una antigua civilización - quizá la primera - en el sentido
contemporáneo en el planeta Tierra. Se fundo 4.000 años años antes de
Jesucristo o antes. No sabemos de donde procedían los sumerios. Su
lengua era extraña; no tenia semejanza con ninguna indoeuropea conocida
ni semítica ni ninguna otra y se conoce unicamente porque un pueblo
posterior, el fundado por Sargón de Acad recopilo extensos diccionarios
sumerio-acadio.
Los sucesores de los sumerios y los acadios fueron los babilonios, los
asirios y los persas. Asi pues, en muchos aspectos, la civilización
sumeria es la progenitora de la nuestra. Yo creo que si la civilización
sumeria se describe por sus propios descendientes como de origen no
humano deben examinarse con cuidado las leyendas que hablan del asunto.
No pretendo que lo siguiente sea forzosamente un ejemplo de contacto
extraterrestre, pero es el tipo de leyenda que merece un estudio mas
cuidadoso.
Tomada
al pie de la letra, la leyenda sugiere que hubo un contacto entre seres
humanos y una civilización no humana de inmenso poder, a orillas del
Golfo Pérsico, quizá cerca del emplazamiento de la antigua ciudad
sumeria de Eridu, (actual Abu Sarayn) hacia el cuarto milenio antes de
Jesucristo o antes.
Hay
tres narraciones diferentes pero con referencias de unas a otras del
Apkallu, que se datan de la época antigua. todas se remontan a Beroso,
un sacerdote de Bel-Marduk, en babilonia, en la época de Alejandro
Magno. Beroso a su vez, tenia acceso a los informes cuneiformes y
pictogramas que se remontaban a varios miles de años anteriores a él.
Es importante citar la mayor parte del cuerpo de la leyenda en la forma
que se dispone hoy. la forma de presentación es tan chocante como el
contenido. Las traducciones citadas del griego y del latín están tomadas
de Ancient Fragments, de Cory, de la edición revisada de 1876:
La narración de Alejandro Polyhístor:
Beroso, en su libro primero sobre la historia de Babilonia, nos informa
que vivió en la época de Alejandro, el hijo de Filipo y cita que se
conservaban con el mayor cuidado en Babilonia documentos escritos, que
abarcaban un periodo de quince mil años. estos escritos contenían la
historia de los cielos y del mar; del nacimiento de la humanidad;
también la de aquellos que tenían regla soberana y de las acciones
alcanzadas por ellos.
Y, en primer lugar, describe a Babilonia como un país situado entre el
Tigris y el Eufrates. Menciona que abundaba en él el trigo, la cebada,
el ecrus y el sésamo y en los lagos se encontraban las raíces llamadas
gongae, que eran buenas para comerlas y eran, respecto a nutrición,
como
la cebada. También habla palmeras y manzanos y muchas clases de frutas;
peces y también aves; tanto de paso como acuáticas. La parte de
Babilonia que limitaba con Arabia era árida y no tenia agua pero la que
daba al otro lado, tenía colinas y era fructífera. En Babilonia había
(en aquellos tiempos) gran variedad de personas de distintas naciones,
que habitaban Caldea y vivían sin orden ni concierto, como las bestias
del campo.
En el primer año hizo su aparición, de la parte del Golfo Pérsico que
bordea a Babilonia, un animal dotado de razón, que se llamaba Oannes.
(De acuerdo con la narración de Apollodoros.) Todo el cuerpo del animal
era como el de un pez, y tenia debajo de una cabeza de pez otra cabeza y
también pies abajo, como los de hombre, sub-unidos a la cola de pez. Su
voz y también su lenguaje, era articulado y humano; y su representación
se conserva incluso hoy.
Este ser, durante el día solía conversar con los hombres; pero no
tomaba ningún alimento en ese tiempo y les enseñaba letras y ciencias y
toda clase de artes. Les enseñó a construir casas, a fundar templos,
recopilar leyes y les explicó los principios de la geometría. Les enseñó
a distinguir las semillas de la tierra y a recoger los frutos. En poco
tiempo les instruyó en todo cuanto pudiera tender a suavizar los modales
y humanizar al hombre. Desde aquel entonces, tan universales fueron sus
enseñanzas, que nada se ha añadido para mejorarlas. Cuando se ponía el
sol, este ser tenía la costumbre de sumergirse de nuevo en el mar y
permanecía toda la noche en su profundidad, pues era anfibio.
Después de este, aparecieron otros animales, como Oannes, de los cuales Beroso promete dar cuenta cuando llegue a la historia de los reyes.
Continuara...
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