El complejo "funerario" de Sejemjet (Sekhemkhet)
Es un conjunto de monumentos que datan del antiguo Egipto. Se identificó en 1951 y fue poco a poco excavada por Zakaria Goneim. Tras la prematura desaparición del egiptólogo, las excavaciones fueron continuadas y completadas por Jean-Philippe Lauer en 1963.
Sejemjet (Sekhemkhet) |
Varias inscripciones de jeroglíficos en tinta roja fueron hallados en bloques del recinto norte bordeando la pirámide. Estas inscripciones tenían grabadas el nombre de Imhotep. Si bien es la única mención al famosos arquitecto, no es improbable que este último haya sido el responsable de concebir el complejo.
En Egipto resulta una constante que los descubrimientos avalen las teorías, cuando debiera ser justo lo contrario: que las teorías surjan de los descubrimientos. Por ejemplo, griegos y romanos coincidieron en llamar tumbas a las pirámides y tal idea ha prevalecido pese a que jamás se haya encontrado resto alguno de los faraones en ninguno de estos monumentos.
Se cree que la ausencia de cadáveres de faraones en las pirámides se debe a que los violadores de tumbas las saquearon todas. Esto tampoco es concluyente dado que los arqueólogos han logrado llegar al interior de varias pirámides que conservaban los sellos intactos y aún así no encontraron momia alguna. Tal es el caso de la pirámide de Sekhemkhet.
La cámara funeraria se encuentra al centro de una serie de corredores formando el plano de un tridente apuntando hacia el sur. Su construcción nunca se finalizó, pero contenía incluso en su descubrimiento por los arqueólogos el sarcófago de Sejemjet intacto, sellado. Sepultado en un hermoso bloque de alabastro, la tumba monolítica contenía un sistema de cierre inédito constituido por una guía vertical sobre uno de sus lados estrechos. Por encima de este poco común sarcófago, el cual es el único de la tercera dinastía encontrado en su ubicación original, se podían ver todavía algunas ofrendas florales colocadas miles de años atrás.
Imágenes, de la Tumba nada mas ser descubierta y un primer plano del sarcófago.
Este descubrimiento sumado al de la serie de brazaletes de oro encontrados poco antes en el pozo hicieron furor en la prensa de la época. Ningún sarcófago real del Antiguo Imperio había sido descubierto hasta entonces sin haber sido violado. Una actividad febril se desarrolló alrededor de la pirámide de Sejemjet, haciéndose presente incluso el nuevo presidente de Egipto, Gamal Abdel Nasser y sus seguidores, para ser los primeros en presenciar el increíble descubrimiento.
Se desplegó una tienda en el desierto con el fin de recibir todo el conjunto de periodistas e invitados venidos de todas partes del mundo para observar el espectáculo de la resurrección de un desconocido soberano del cual nadie sabía nada. Se trataba de la primera tumba real descubierta que todavía estaba sellada y de la cual el sarcófago parecía intacto desde el famoso descubrimiento de la tumba de Tutankamón en 1922.
No obstante, el resultado fue aun más sorprendente, cuando los egiptólogos abrieron el sarcófago, de alabastro este se encontraba completamente vacío, y lo que es más importante, jamás había sido usado, lo que provocó gran desilusión e hizo surgir el misterio de la tumba de Sejemjet. Aunque la decepción fue notoria entre la asistencia, el descubrimiento de Goneim ponía en evidencia un soberano de la tercera dinastía cuya existencia era dudosa hasta entonces, ya que sólo se lo mencionaba en unas pocas inscripciones descubiertas en el Sinaí a comienzos del siglo XX.
Pirámide del Horus Sekhemkhet. El acceso de entrada de la pirámide, en 2007, colmatado de arena y basura. de
Juan Rodríguez Lázaro
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