El Uluru, ubicado al norte del país, es considerado sagrado para los
indígenas Anangu cuyo nombre original significa "ser humano". "Es un lugar extremadamente importante y no es un
parque temático", dijo Sammy Wilson, un representante de esta comunidad
indígena. Es esencial que los turistas respeten este espacio y no lo
dañen. Actualmente el acceso al monolito es libre.
La montaña roja de Australia es atractiva por varios motivos, no solo por su inmensidad. También llama la atención que vaya cambiando de color a lo largo del día o dependiendo de la época del año en la que nos encontremos. La inclinación de los rayos provoca que se convierta en todo un camaleón de arenisca, motivando que los atardeceres sean sencillamente increíbles, ya que el Uluru se tiñe de un rojo brillante.
El explorador William Gosse fue el primer occidental que logró escalarlo en 1873. Quien quiera sumarse a la larga lista de los que lo hicieron después tendrán que darse prisa, ya que nadie podrá llegar a la cima. Eso sí, permitirán a todo el mundo llegar hasta la zona donde se encuentra, aunque tendrán que conformarse con contemplar su belleza desde abajo, lo que me invita a pensar que van a fomentar el senderismo por la zona para que no caiga en el olvido.
Escalar esta gigantesca roca roja de 348 metros de altura estará prohibido desde el 26 de octubre de 2019, una fecha históricamente significativa para el sitio. Justo en ese día, pero de 1985, el gobierno devolvera la propiedad del Uluru al pueblo de anangu. A partir de este año, esta comunidad indígena administra el sitio en conjunto con el gobierno.
El Uluru está en el Parque Nacional
Uluru-Kata Tjuta. La población más cercana, Alice Springs, está a 460
kilómetros de distancia, así que estoy convencido de que a partir de esa
fecha el monolito descansará más solo que nunca con sus 348 metros de
altura y 9 kilómetros de contorno.
Alrededor de 250,000 personas visitan el Uluru anualmente. Los operadores turísticos ahora están buscando ofrecer otras alternativas a los visitantes. Sally Barnes, directora de parques nacionales de Australia, dijo que fue un "momento significativo para todos los australianos", ya que marca un nuevo capítulo en su historia.
Cuando llueve se vuelve gris |
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