viernes, 30 de agosto de 2019

Nan Madol: El misterio y la leyenda de la isla Pohnpei

En medio del Océano Pacífico, entre el ecuador y el paralelo 11°, se encuentra la antigua ciudad de Nan Madol, en la costa oriental de la isla de Pohnpei (en español, Ponapé) es uno de los cuatro estados que constituyen los Estados Federados de Micronesia. Su nombre significa “sobre un altar de piedra” (pohn: “sobre“; pei: “altar de piedra”).
El complejo arqueológico de Nan Madol, que significa “entre espacios”, está formado por 92 islotes construidos artificialmente (por la mano del hombre) sobre una base coralina, con una superficie total de 80 hectáreas. Las construcciones megalíticas que se hallan sobre los islotes están compuestas por unos 400.000 bloques de basalto.
Nan Tauas (Nandauwas o Nandowas) es un islote funerario destinatario de las tumbas de los Saudeleur y de los posteriores reyezuelos o Nahnmwarki del antiguo reino. Nan Tauas se trata de la estructura más espectacular de Nan Madol y es una de las mejor conservadas de todo el yacimiento, compuesta por tres recintos funerarios dentro de un doble encofrado de paredes de piedra. Las columnas de basalto pesan unas 5 toneladas y están encastradas para formar paredes de casi 8 metros de alto, conteniendo un recinto de 70 × 50 metros cuadrados de superficie.

Frente a este desarrollo arquitectónico, totalmente fuera de escala, emergen preguntas como:
¿Quienes diseñaron esta ciudadela única en el mundo?
 ¿Qué clase de conocimientos y capacidades técnicas tenían para poder proyectar y realizar esta obra monumental?
¿Como hicieron para cortar, trasladar y montar bloques de piedra de varias toneladas de peso?
¿Como hicieron para subirlos a la cima de las paredes, algunas a 14 metros de altura?
Y sobre todas las cosas: ¿con que fin?
¿Qué tipo de organización de trabajo y cuantos operarios tenían para mover estos 400 mil bloques de basalto?
¿Cuanto tiempo les llevó el proyecto?
¿Como hicieron para coordinarlo, sin disponer de la escritura para dibujar un plano ni para calcular medidas?
¿Por qué trasladaron semejante cantidad de piedras de una punta de la isla a la otra en vez de ensamblarlas cerca de la cantera de basalto?
¿Por que no establecerse en una zona que ya cuente con agua dulce y  alimentos, ya que en Nan Madol no los hay?






Hay áreas de Pohnpei que tienen depósitos naturales de basalto columnar, en el que la lava volcánica se enfría en forma de pilares verticales. Pero los materiales no estaban cerca, sino a kilómetros de distancia, algo asombroso.


Algunos expertos dicen que el titánico esfuerzo requerido para construir las estructuras megalíticas rivaliza con el de las pirámides, y probablemente requeriría la participación de todos los habitantes de la isla, que se estima era de 25.000 habitantes, todos a una.
La teoría científica sugiere que las piedras fueron traídas del continente usando balsas de bambú para transportarlas por el agua. Sin embargo, en 1995, en un documental para el Discovery Channel, todos los intentos de transportar piedras que pesaban más de una tonelada de esta forma fracasaron.


Maldición de Nan Madol

A principios del siglo XX, los alemanes gobernaban la isla cuando Víctor Berg se atrevió a ignorar la prohibición real. Entró en la tumba sellada y abrió el ataúd de los antiguos gobernantes de la isla. En él encontró restos esqueléticos de gigantes de dos a tres metros de altura. Esa noche, los espíritus se manifestaron. Una tormenta salvaje surgió con relámpagos inverosímiles. El gobernador Víctor Berg entro en delirio.

A la mañana siguiente, el 30 de abril de 1907, el gobernador Berg murió. El médico alemán que trabajaba en la isla esa noche no pudo determinar la causa de la muerte, pero los nativos estaban seguros de que fue una maldición de los dioses por su flagrante falta de respeto. Hoy se dice que murió como resultado de una insolación y el agotamiento por el calor mientras examinaba las ruinas.

Hay una teoría muy interesante que puede responder a las muchas preguntas sobre la misteriosa ciudad de Nan Madol y el propósito de su existencia. Madol se encuentra a medio camino entre las Islas Hawaianas y Filipinas. Las tormentas y los grandes tifones tienen aquí su epicentro Esto sucede cuando el aire frío entra en contacto con las cálidas aguas de las Islas Carolinas. Quizás esto no sea coincidencia. Debido a que esta zona genera esos importantes fenómenos atmosféricos, las tormentas raramente golpean la isla directamente. Esto hace que sea el lugar más seguro en el Pacífico.
Nan Madol y Kosrae (un islote similar a Madol) crean una zona de 400km de largo. Este tramo es el lugar de nacimiento de los tifones, y donde cobran fuerza. Comienzan a crecer y terminan arrasando las Filipinas.

Electromagnetismo

Joseph Newman, declaró a finales del siglo pasado que “el efecto principal con respecto a los huracanes es electromagnético”. Newman llegó a la conclusión de que la temperatura era de importancia secundaria en la producción de un huracán, y añadió que el electromagnetismo era el factor más importante.
Pohnpei, la isla unida a Madol, tiene una sutil y constante actividad sísmica. La actividad sísmica genera piezoelectricidad. La piezoelectricidad se comporta en el basalto magnetizándolo y provocando una pequeña descarga hacia el cielo.


Y se le suman las creencias de los lugareños de las zonas aledañas, que se niegan a acercarse. Calificada como una "ciudad fantasma", los nativos de Pohnpei la evitan, alegando que está embrujada. Creen que morirán si permanecen allí durante la noche. Incluso, los relatos de pueblos cercanos también indican que esconde otra ciudad misteriosa bajo las aguas que irradia las luces resplandecientes que -aseguran- se avistan alrededor del sitio por la noche.





Toda la VERDAD sobre lo que está pasando en el Amazonas


miércoles, 28 de agosto de 2019

Chanel contrata a un travestí como modelo de mujer

La orden «de arriba» es clara y las marcas no hacen más que cumplir con lo que sus consejos de administración, regidos por los fondos de inversión, ordenan: hay que promover a los transgéneros, como paso hacia el transhumanismo. 

lunes, 26 de agosto de 2019

Las simas del Sarisariñama


Siempre hay algo desconocido, esperando ser descubierto, y uno de estos secretos del mundo es el macizo (tepuy) Jaua-Sarisariñama en Venezuela.

A 2.300 m de altura en el Parque Nacional Jaua-Sarisariñama, en la Gran Sabana venezolana, existen unas gigantescas cavidades que interrumpen la meseta verde.
Son depresiones circulares en la piedra de 350 m de diámetro y unos 350 m de profundidad, una de las últimas regiones del mundo aún casi inexploradas. Las paredes de estos pozos, completamente verticales y por lo tanto insuperables para las criaturas que habitan el fondo del precipicio, han permitido aislar un ecosistema único, habiendo especies de plantas y animales que no se encuentran en ninguna otra parte del planeta.

En la meseta del tepuy Sarisariñama se localizan las mayores simas de colapso hundimiento, formadas en roca arenisca, siendo una de ellas la más voluminosa del mundo y la cuarta en profundidad vertical con 502 metros de diámetro de fondo, en forma acampanada. La profundidad de ésta sima equivale a la altura de un edificio de 140 pisos.


En el interior de las simas los muros de arenisca están casi totalmente desprovistos de vegetación, pero en el fondo, el número de especies endémicas es muy elevado.

Las simas del Sarisariñama constituyen las cavernas más antiguas del mundo, con una flora y una fauna altamente endémica, constituye un fenómeno natural único en el mundo.
El turismo sigue siendo imposible aquí aunque muchos viajeros contratan excursiones aéreas en avioneta o helicóptero para disfrutar de este prodigio natural desde el aire, que por cierto es la mejor manera de disfrutar de él.

Llegar a los agujeros verdes por tierra es otra cosa. Una misión casi imposible, y no solo por las dificultades del terreno, sino también porque para acceder a la región es necesario que tramitar una serie de permisos especiales exclusivos que solo suelen concederse a ciertos equipos de investigadores y naturalistas.
El ascenso sólo está permitido en algunos Tepuyes, entre los que no está incluído por supuesto, el tepuy de Sarisariñama. Las simas de Sarisariñama fueron exploradas por primera vez en 1974, un reducto imponente del planeta, que por el bien de su conservación lo mejor será verlo por imágenes.


El nombre Sarisariñama tiene su origen en un pueblo indígena de la familia Caribe, los Ye’kwana (también conocidos como Makiritare).
Sarisariñama es el nombre del espíritu maligno de una ave mitológica parecida al ave Dimoshi, que se posaba en uno de los muchos riscos del borde sur esta meseta. Este pájaro,  según la creencia de este pueblo,  emitía un sonido “sari” mientras devoraba humanos.
Sarisari vendría a ser un nombre repetitivo onomatopéyico. El sufijo -ña significa lugar y  -ma indica un hogar o casa.
El nombre completo en el lenguaje indígena, Sarisariñama-jidi, que significa «lugar montañoso donde el Dimoshi acecha y come humanos».